Tras una lucha fallida contra el cáncer de mama, falleció la vocalista el 11 de marzo, a los 47 años
ESCRIBE: Rubén Rodríguez Maciel
Diva, vampiresa, cantante, actriz, luchadora social, creadora, madre, mujer… Una figura de las más relevantes en el universo del rock mexicano...La admiré como el niño que sigue a todas horas al ídolo inalcanzable.Según mis cálculos, no me perdí ninguno de los conciertos que brindó en mi ciudad —Guadalajara, Jalisco, México—, desde queSanta Sabina era una banda absolutamente under, sin disco de por medio.
Su presencia siempre cautivadora y con el absoluto poderío de un imán capturó mi atención, y seguramente la de cualquiera que la vio arriba del escenario.
Diva, vampiresa, cantante, actriz, luchadora social, creadora, madre, mujer… Una figura de las más relevantes en el universo del rock mexicano.
Estreché su mano una tarde, cuando su banda salía de una entrevista en Radio Universidad de Guadalajara. Esa fue la primera vez que la ví de cerca. La miré a los ojos y no pude decir más que “gracias, por la música”. Ella sólo sonrió, tímida, apenada y siguió su camino hacia el taxi que la esperaba.
El encuentro sucedió en 1997, un día después de que el MTV Unplugged de la Santa fue estrenado a nivel nacional.
Estaban en su mejor momento, ella y su grupo, y con ese recuerdo me quedo: una banda y una chica en plenitud artística.
Años después, en 2006, la entrevisté, vía telefónica. Cuatro meses atrás había nacido su primogénito y se escuchaba desbordada, hinchada de felicidad. “Estoy en mi mejor momento como ser humano”, me dijo, cuando mecía a su bebé en la cuna.
Dos años después, tras una pausa de tres años, Santa Sabina volvió a las andadas, a recordarle a la gente su grandeza. Se presentaron en el festival Vive Latino y también en otras ciudades mexicanas, donde fue aplaudido su indiscutible talento.
Hasta ahí, todo bien, pero en enero de 2010, a Rita le diagnosticaron cáncer de mama, padecimiento que enfrentó con toda la fuerza propia y el apoyo de sus seres queridos.
No detuvo su actividad como integrante del Ensamble Galileo —grupo de música antigua—, hasta que llegó diciembre del mismo año, el mes en que varios de sus colegas y amigos organizaron un concierto para apoyarla en su tratamiento, un recital por demás emotivo en el que participaron los Maldita Vecindad, Julieta Venegas, Rubén y Meme (Café Tacvba), Natalia Lafourcade , los mismísimos Santa Sabina y demás camaradas entrañables de la artista tapatía.
Todo parecía marchar por buen camino, hasta que en los primeros días de marzo de 2011 se supo de una importante recaída en su estado de salud.
Rita no pudo más y desgraciadamente falleció la noche del 11 de marzo en la ciudad de México, donde ella radicaba, a los 47 años de edad.
“El ir y venir de los camellos anaranjados”. El vaivén de la vida y la muerte… Allá vamos, guerrera Guerrero.
